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jueves, 21 de abril de 2011

Fresa y chocolate. Cinta duotemática

Dentro de la cinematografía cubana se encuentra la controvertida cinta Fresa y Chocolate. Del famoso director Tomás Gutiérrez Alea junto con Juan Carlos Tabío.

La película fue estrenada en 1993, basada en la obra de Senel Paz El lobo, el bosque y el hombre nuevo. Esta obra plantea dos temas principales: la histórica discri
minación del régimen cubano contra los homosexuales, y por el otro, una hazaña del régimen sobre su propia política en la que le es urgente mantenerse a flote.


Para mostrar las reflexiones en torno a este tema sigo las ideas expuestas por Enrico Mario Santí en su artículo "Fresa y chocolate: la retórica de la reconciliación"





Es fácil notar similitudes con la obra de Puig, El beso de la mujer araña, por repetirse los roles de homosexual(amanerado, débil físicamente, soñador romántico y bohemio)-heterosexual(varonil, fuerte, discreto y revolucionario), que además, al principio no comparten muchos gustos el uno del otro, mas al final descubren la verdadera amistad entre los dos. Sin embargo, se acentúa la similitud aún más al compartir una crisis social muy fuerte al momento de desarrollarsela trama.
En la década de los noventas, cuando se presenta el colapso de la Unión Soviética, y por ende Cuba sufre una crisis económica (el llamado, periodo especial), la película de Alea ve su lanzamiento.


La opinión generada por el exterior rondaba la idea del fin del régimen de FidelCastro en sus casi 40 años, lo que recaería en que la Perestroika (programa soviético liderado por Gorvachov en la que se exigió el reconocimiento de la libertad de expresión, o glasnot, y de la democratización que llevó a un cambio de la Constitución, al reconocimiento del pluralismo, a la celebración de elecciones y a la abolición del monopolio político del partido comunista de la Unión Soviética) llegaría a Cuba.
Lo anterior puede explicar que la película fuese concebida como una representación de la estancia de dos posiciones políticas dentro del mismo país. De un lado, Diego el nacionalista cubano homosexual, y del otro, David el joven comunista reformado heterosexual. De manera tal que la reconciliación marca un tema principal a seguir, pero como señala Santí, es un intento del régimen de esconder el otro lado de la moneda
La ideología que sostiene esa política es, en efecto, la reconciliación, entendida en principio como mutua tolerancia de distintos puntos de vista y un consecuente fortalecimiento de la identidad nacional. En la práctica, sin embargo, la política de reconciliación suele significar otra cosa: la adhesión a intereses del actual estado cubano, y enpececial la oposición al embargo económico que mantiene el gobierno estadounidence contra el régimen.

Es conocido que el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficas (ICAIC) ha hecho ya varias cintas con el tema de la reconcilición de las dos partes políticas, entre ellas Lejanía (1985) y Vidas paralelas. Santí señala que Tomás Gutiérrez Alea es el más mimado de los cineastas del régimen y miembro de la nomenklatura (élite de políticos y funcionarios caracterizada por su poder e influencia en la función del estado, sus integrantes ostentaron condiciones económicas y sociales superiores a las del resto de la población).

Bajo la misma temática de Fresa y chocolate como una representación del régimen, se advierte una suerte de arrepentimiento por parte de Diego como marco retórico del film, pues la relación entre los dos personajes atraviesa por enormes vicisitudes y termina con una consolidación de la amistad entre dos seres, antes opuestos, creando así simetrías.
Las oposiciones radican no sólo en la orientación sexual, sino en la ideología dentro de un mismo régimen. Uno creyente y nacionalista, y otro ateo y comunista.
Ambos tienen el interés por el otro para "atraparle", pues en el caso de Diego éste es alentado por Germán para seducir a David, y del lado contrario, David es alentado por Miguel para espiar a Diego y denunciarolo como contrarevolucionario.
Uno finge ser amigo para seducir a David. Otro lo hace para atrapar a Diego. Lo importante es notar cómo se representan las confesiones que rompen con los intentos de "atrapar" al otro.
En la representación de la ruptura que permite la amistad entre los dos se percibe un lado ideológico más favorecido que otro, en primer lugar, es David el foco de atención de la película; pues con él desde el principio se centra y prevalece el punto de vista; lo que lo constituye como sujeto de la narración. Desde las primeras escenas lo que se muestra es su posición como espectador, vemos lo que su mirada percibe aun cuando se trate de un anuncio neón del cómite en defensa de la revolución, como si es una mujer teniendo coito en un cuarto contiguo.

La mirada de David es la única que escoge y discrimina, censura y admite lo que se verá. Esa contemplación se nos presenta como inocente ante los hechos, vemos varias veces en solitario a David y su voz es la única que oímos en off. En cambio, a Diego no le percibimos como sujeto, sino como objeto de David, es muy escaso ver en alguna escena solo a Diego, salvo cuando es a través de la mirada de David.
Cuando en la cinta los dos personajes están ya casi establecidos como en una hermandad, se encuentran en una escena con lluvia, en la que las confesiones son un punto crucial que podrá afianzar la amistad por completo. Ambos hombres podrán constriur un paralelo de confesiones recíprocas , mas esta reciprocidad no se llega a cumplir pues Diego, la parte contrarevolucionista y lezamianista, pide perdón a David, lo hace incluso tres veces, en cambio no es mutuo de David, el lado revolucionario de apoyo al régimen, revelarle que lo espiaba para "atraparlo".

A la percepción de Santí cuando se da la mayor confesión de toda la película (De Diego a David)
se efectua apartir de un enfoque bajo y de frente de la cámara enfocada en las piernas abiertas de David-una especie de fellatio cinematográfico- que hace hincapié en la humillación final de Diego ante David.
Además, en el abrazo final de los dos hombres, Diego relata que gracias a ello se siente "limpio" a contraste de lo "sucio" que se pudo sentir antes, este último adjetivo fue, como señala Santí, el mismo término utilizado por el régimen para denigrar a los emigrados del Mariel.

Así pues, David nunca lrevela ninguna de sus traiciones. "Así la película opta definitivamente por quedarse 'dentro de la Revolución', muy lejos de estar 'contra' ella, aún cuando coquetea con esa postura."

La otra temática propuesta de la película como homosexual, es también controversial. No fue la primera vez que se abordaba ese tema en cintas cubanas bajo el régimen, ya antes Néstor Almendros y Orlando Jiménez Leal, dirigieron Conducta impropia, un documental que gira en torno a los testimonios de homosexuales procedentes de las UMAP (Unidades Móviles de Ayuda a la producción, nombre para los campos de concentración con trabajo forzado y reorientación ideológica para disidentes desde lo sexual hasta lo religioso entre 1964 y 1969).

El grupo de los homosexuales fue, según Santí, el que más padeció. Esto es mencionado puesto que Conducta impropia es el antecedente histórico de Fresa y chocolate, y además por que Gutiérrez Alea respondió al documental de Almendros con Fresa y chocolate por considerarlo propaganda contra el régimen, carente de un sentido de la historia que determinó su superficialidad y sólo muestró la miseria humana de sus autores.
"Alegó, por ejemplo, que en realidad se trataba de campamentos donde 'muchos homosexuales iban a cumplir su servicio militar'"
Gutiérrez Alea dijo además que no tenía sentido el documental, pues se trataba de un hecho bastante lejano de la actualidad y que no representaba el estado (en ese entonces) actual del régimen, a lo que le respondieron que no podía tomar la distancia del tiempo como factor puesto que él mismo recién había terminado La última cena que representa la época colonial.

Si bien la película tiene muchos matices dentro del mismo tema de la homosexualidad cubana como trama de la película, no se puede definir a Fresa y chocolate como una película homosexual, todavía más cuando el propio Gutiérrez Alea lo declaró.
No podría ser una película homosexual por el hecho de que el punto de vista del film no toma al homosexual como un sujeto, le toma como un objeto, la película llega a hablar del tema homosexual pero desde el punto de vista de David (heterosexual), y como lo llega a equiparar Santí, podría ser una película homosexualista, del mismo modo que puede haber películas indigenistas, pues el indígena como el homosexual son sujetos, mas el indigenista y homosexualista pretenden hablar en nombre suyo, pero no llegarán a ser indígena u homosexual mientras no les traten como sujetos.

Por el momento, estas son dos interpretaciones para el mismo film cubano, no se desechan muchos más puntos de vista.

Bibliografía

Paz, Senel, El lobo, el bosque y el hombre nuevo, México, Era, 2005.
Santí, Enrico Mario, "Fresa y chocolate: la retórica de la reconciliación", en Por una politeratura, México, Ediciones del equilibrista, 1997, pp. 287-302.

Para una edición del libro de Paz de colección homenaje
Para una versión del mismo libro anotada y dirijida al estudiante de literatura (aún no revisada)

Dato curioso sobre la ópera y Cuba

Película Fresa y chocolate

3 comentarios:

  1. Chavos, interesante su propuesta.

    Prometo leerlo completo la próxima vez; es tarde, tengo sueño.

    Tengo una duda: ¿por qué se interesan por lo cubano?

    Creo que al no pertenecer a ese rincón geográfico y a esa cultura les resulta fácil pensar lo cubano, pero ¿qué pensará un cubano de lo cubano?. Yo como mexicano me pregunto ¿Qué es lo mexicano?; ¿Qué piensa un extranjero de lo mexicano y cómo sabe dónde buscarlo dentro de nuestra cultura?. Ustedes están en esta última posición.

    Veo muchas artes presentes en sus artículos. Creo que con ello están intentando rastrear lo cubano.

    Bueno, mucha suerte.

    Sigan trabajando con entusiasmo.

    *Luis Ángel*

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  2. ¡Hola chicos!
    Me gusta mucho el blog que están armando.
    La publicación me parece muy interesante ver de alguna forma cuales son las visiones de otros países de América Latina.
    P.D. Me dieron ganas de ver la película.

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  3. En respuesta a tu pregunta, Luis Ángel,te diré que en definitiva nos estamos restringiendo a rastrear un vago concepto de lo cubano mediante sus expresiones literarias (si te asomas a la descripción completa del blog, verás qué entendemos por literatura). Sabemos que lo cubano, así como lo mexicano (trataremos de México más adelante; la idea es publicar sobre un país determinado cada 2 o 3 semanas), es un mundo de posibilidades, de opiniones, de expresiones y formas de vida tan diversas y particulares que por eso delimitamos un sólo ámbito de la cultura.
    Y, por supuesto, nos encantaría tener lectores cubanos que comenten nuestras entradas para que nos descubran Cuba desde sus propias perspectivas.
    ¡Gracias a ambos, Luis ángel y Zoe, por sus comentarios¡ ¡Continuén visitándonos y leyéndonos!

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