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jueves, 14 de julio de 2011

Chapines y música

Mucho se dice sobre la unidad latinoamericana, mucho se dice sobre la diversidad latinoamericana. ¿Realmente somos tan parecidos? ¿Realmente somos tan diferentes? Lo único cierto es que cuando se trata de Guatemala y de sus dimensiones sustraerla de las influencias de las naciones con las que colinda para obtener una esencia guatemalteca depurada y autóctona parece irrealizable, peligroso. Tamales hay en muchos países de América (México, Honduras, Bolivia y Colombia entre otros); quetzales a lo largo de toda Centroamérica.
Sin embargo, la música definitivamente la distingue.
Para describirla sólo se me ocurre una palabra: refrescante.

La marimba en manos guatemaltecas se ha transformado en un instrumento que combina tradición y vanguardia. Las canciones folklóricas, aquellas que suenan en las poblaciones rurales más retiradas y en las estaciones de radio para insuflar el patriotismo, son interpretadas con la marimba de aro o arco cuya resonancia procede de calabazas o tecomates y que puede rastrearse hasta la época de esplendor de los mayas, o con la marimba sencilla o diátona que utiliza cajas de madera de distintos tamaños para amplificar y modular el sonido, pero que sólo emite notas de la escala mayor (do, re, mi, fa, sol, la, si). Después de un siglo, alrededor de 1897 Sebastián Hurtado construyó la marimba ‘cuache’ también llamada cromática o doble porque cuenta con ambas escalas del piano (dos marimbas, una más grande que la otra, que funcionan como teclas blancas y teclas negras, tonos melódicos y bemoles) y a partir de entonces, los músicos integran las notas de las maderas vibrantes a los ritmos más variados. Historia de la marimba

Sebastián Hurtado en Quetzaltenango
Las melodías de marimba imprescindibles en el repertorio guatemalteco son “Luna de Xelajú” (1899) del compositor Paco Pérez Domingo (vals estrenado para festejar el cumpleaños del presidente Manuel Estrada Cabrera), “Ferrocarril de los Altos” (1929) de Domingo Bethancourt Mazariegos (melodía compuesta para inaugurar dicha vía), “Noche de luna entre las ruinas” (1903) de Mariano Valverde (vals escrito como recuerdo del terremoto que sucedió en Quetzaltenango en esa fecha), “Antigua Guatemala” () de Rafael Ibarra Ávila (dedicada a la ciudad misma donde residió) y la lista sigue. Aunque carezcan de letra, el tema queda bien asentado en los títulos. La naturaleza, los elementos geográficos que componen el paisaje guatemalteco: noches de luna, ruinas mayas, ciudades centenarias y rutas de transporte y progreso.    






La marimba y sus compositores comparten el don de la versatilidad. Todos tocan más de un instrumento. Y todavía existen casos como el de José Tzul Lacan quien participó en varias orquestas como la Gallito y la Ecos Manzaneros, además de dirigir agrupaciones como el Melódico Tropical o el Combo Brasilia.  Tenemos pues que en el siglo XX se consolidan grandes conjuntos que combinan marimba, vientos y percusiones: el merengue guatemalteco. “El pulpo” del Super Combo Melódico Tropical demuestra cómo la letra del merengue suele tratar connotaciones de tipo jocoso, sexual y temas populares como la descripción de tipos muy peculiares de la sociedad. Dentro de la historia del merengue como género musical las letras han sido acusadas de vulgares, ofensivas y simplonas pero, con la intervención formal de músicos cultos y su difusión en los salones de baile, ha ido cobrando mayor prestigio. Hay que considerar que, sin duda alguna, el merengue pertenece al ámbito de los bailes y fiestas populares, a la diversión y la juerga.

El pulpo

Coro: Me llaman el pulpo y yo no los culpo
         Me llaman el pulpo y yo no las culpo

Me levanto temprano en la mañana
y me quito la piyama
Con las hembra’ desnudas y la toalla
me voy para la playa
Me recuesto debajo d’una palmera
y me pongo música toreada
Me quedo buscando, esperando muy alerta
hasta que llegue la carnada

Me levanto ecuánime, sereno cuando llegan las chiquillas
Son tan bonitas como una linda rosa, son una maravilla
Me meto al mar y me empiezo a deslizar abrazado por la orilla
Cuando se descuidan, yo me acerco de’pacito y les agarro la rodilla

El pulpo me gritan todas cuando vengo caminando
Y voy pensando “¡Ay, qué culpa tengo yo!”
Cuando pasan a mi lado se van meneando, van provocando
Se mueven para acá, se mueven para allá
Igualito que Madonna son una barbaridad
No tienen corazón, no tienen compasión
Y yo me quedo muy trilindri pa’ decirles la verdad

La sangre se me sube, la sangre se me baja
Y yo pierdo la cabeza, tanta belleza
Yo siento miedo, es una metamorfosi’
Ay, qué psicosis, ay, qué psicosi’
De pronto siento que no soy el mismo
Y me convierto e’un escuálido marisco de ocho patas
Y empiezo a perseguirlas para abrazarla’
Me paso noche y día tratando de agarrarlas

¡Cuidado! ¡Cuidado!
¡Ése soy yo!
¡Cuidado, chavas, que aquí van todos los pulpos del Melódico Tropical!


Algo que me parece radicalmente genial es cómo la misma canción puede ser adaptada a ritmos al parecer discordantes, sin que su valor demerite y sin que implique falta de imaginación por parte de sus arreglistas e intérpretes. Incluso el mismo cantante puede hacer numerosas versiones de su mayor éxito, semejantes y a la vez extraordinarias en sus diferencias. Sólo hay que escuchar a Ovidio Girón y los Froggies con la pieza “Mi Secretaria”, antes entonada por el Grupo Rana al cual pertenecía Girón. Si cabe cuestionar la calidad de la música, las determinaciones deben tomarse con base en las sutilezas y deslices de la pieza. Escuchen ambas versiones de “El Valle de la Ermita”, la tradicional marimba de Gerardo Tzul y el merengue de Lalo Tzul y la Ecos Manzaneros.



Ahora bien, OviG y los Froggies se han afiliado al soca, género que viajó desde Trinidad y Tobago y “combina la melodía bailable del calipso [caribeño] con una insistente percusión (usualmente electrónica).”[1] Y, por increíble que parezca dado el origen y lo desconocido del género, este grupo ha compuesto un himno para Guatemala titulado “Mi Chapinlandia”, en el cual encontramos un sinfín de características prototípicas del guatemalteco: el canto a la patria, la admiración por la poesía, el reconocimiento de la marimba como instrumento nacional, la importancia de la historia, la emoción patriótica incluso nostálgica, la preponderancia de los nombres, la alabanza de su “eterna primavera” y del quetzal, la innegable religiosidad. Sabemos que el guatemalteco se reconoce a sí mismo como “chapín” y que por analogía Guatemala es “Chapinlandia”, pero otra de las innovaciones de la canción consiste en el vocablo “chapinea”. ¿’Chapinear’ significa bailar, alegrarse, ser o actuar como un chapín? Por si fuera poco, la estrofa aumenta su significación con el contraste de la voz acompasada, casi solemne, y la música alegre, movida. ¡Disfruten!







Mi Chapinlandia

¡Froggies! ¡Los raaanas! ¡Frooogies!

Para ti va mi canción, mi Chapinlandia
Te han honrado tus poetas, tus marimbas
Eres noble por tu historia tan sublime
Y por eso yo te canto emocionado
Que tu nombre sea bendición a los chapines
Que tu eterna primavera te acaricie
Y que Dios con su bondad tan infinita
Te proteja del mal, a tu bello quetzal
Mi linda Chapinlandia

¡Heeey! ¡Ey! ¡Chapinea!
¡Los raanas!

(Se repite la primera estrofa)

¡Heeey! ¡Ey!
De la cabeza a los pies
¡Los Froggies! ¡Los Froggies! ¡Los Froggies!
¡Chapinea!
¡Los raaanas!
Mi linda Chapinlandia,
Tu eterna primavera (3 veces)
Los Froggies! ¡Los Froggies! ¡Los Froggies!
¡Chapinea!
¡Chapinea!
¡Los raaanas!
¡Chapinea!

Guatemala ha contribuido en otros estilos con grupos (y un cantante en especial) que han hecho circular alrededor del mundo el orgullo de ser chapines. Como la dinámica del blog es dar a conocer lo desconocido o difícil de encontrar, obviaré a Ricardo Arjona y sus baladas románticas. En cambio, El tambor de la tribu tiene canciones pop/reggae/ska muy famosas en tierra guatemalteca y El clubo es una banda de rock ameno, enérgico. La diferencia entre las dos, a pesar de que se dirijan hacia mujeres, es que la primera agrupación tiene un tono más soñador, tierno, de sirenas y estrellas mientras que la segunda tiene más decepción, reclamo, confusión. Así pues, ¿el rock guatemalteco es 100% chapín o puede considerarse como un integrante más del rock en español, del rock latinoamericano?







Lo que nos lleva de vuelta al planteamiento de semejanzas y diferencias. ¿Por qué no redondearlo con la peculiaridad del nombre ‘chapín’? José Milla y Vidaurre, escritor guatemalteco del XIX y especialista en retratos de costumbres, nos comparte un rastreo filológico de la palabra ‘chapín’, un bosquejo de las virtudes y los vicios del chapín guatemalteco y una anécdota que transmite lo inefable en la descripción del chapín.[2]  
Vale la pena que lean estas pocas páginas, El chapín en Cuadros de costumbres (1882), porque encontramos que la mayoría de los latinoamericanos compartimos algunas características (impuntuales, metiches, fanáticos, severos, amables, cariñosos) del chapín original, en esos años escaso y ahora muy probablemente… ¿extinto como el gaucho?

Más definiciones de "chapín" en la entrada del 20 de marzo de 2011
Chapín en otras palabras




De acuerdo con la canción “Orgulloso de ser chapín”, escrita en 2010 para la conmemoración de la Independencia, el chapín es un tipo genérico con el derecho de evolucionar y de luchar. Creo que hasta aquí ha quedado demostrado que si el chapín es único dentro de Latinoamérica es gracias a su habilidad artesanal, mezcladora, revitalizadora. Acoge la tradición y la estira, amasa, decora para que continúe avanzando. Que no se pierda. Aunque ello pueda significar el cambio de la forma, el corazón perdura en el centro. Esta canción es perfecta porque habla de la carga de lugares comunes que conforman la identidad nacional de Guatemala (el patriotismo del XIX) y además combina cantantes jóvenes e intérpretes consagrados, varios géneros (instrumental, prehispánica, pop, rock, ska, salsa), varios llamados. Aquí sólo transcribo el coro.

Orgulloso de ser chapín

Eres (vos sos) un guatemalteco con honor
Eres (vos sos) un guatemalteco con valor
Porque eres  (porque somos) la semilla que engendra libertad
Tú eres (porque somos)  parte viva de la tierra del quetzal
 
Eres (vos sos) un guatemalteco trabajador
Eres (vos sos) un guatemalteco triunfador
La marimba, los tamales, los paisajes, tus ideales
Firme hasta el fin, orgulloso de ser chapín

Aquí está el video, que también sirve de catálogo de artistas sobre los cuales pueden seguir investigando y descargando música. ¡Chapinéen![3]



[1] El soca es todo un movimiento que compite con géneros tales como el hip-hop, el reggaeton, etc., los cuales crean una identidad en torno a los cantantes y la música. La página consultada fue: http://mashpedia.es/Soca
[2] Las tres litografías que ilustran esta entrada son del pintor guatemalteco Alfredo Gálvez Suárez y tienen fecha de 1938.
[3] La bibliografía consultada ha sido electrónica por completo. Todos los hipervínculos remiten a las páginas de Internet utilizadas y que son, en mi opinión, confiables para obtener información. La mayoría de ellas citan las fuentes consultadas.

Como última entrada de Guatemala, revisen este link Sobre el quetzal  para subsanar cualquier falta de nuestra parte sobre esta preciosa ave.

1 comentario:

  1. buen blog me gustaria que publicaran mas letras de esa musica tan linda.

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