
En 1877 José Martí residía en la ciudad de Guatemala (en la que estuvo casi un año y medio), a la cual arribó después de un largo viaje por el Atlántico, siguiendo la ruta Livingston, Izabal, Zacapa, ruta difícil para los viajeros en esa época. Ya en la ciudad fue nombrado profesor de literatura en la Escuela Normal de Guatemala. Siempre mostró gratitud y amor por la tierra guatemalteca, en donde se le acogió con beneplácito, así que a manera de homenaje escribió Guatemala, un texto en el que retrata vívidamente al país.